La evolución que está experimentando la COVID en nuestra sociedad, y fundamentalmente entre el alumnado no vacunado, requiere adaptar los procedimientos que hasta el momento se han llevado a cabo.
a lo largo de estos meses los departamentos de Salud y de Educación han analizado coordinadamente la evolución de la pandemia y las acciones y protocolos a desarrollar para garantizar la presencialidad en las aulas.
Los últimos datos arrojan un constante incremento en el número de alumnos y alumnas menores de 12 años afectados por la COVID. Ante ese hecho, a partir del 1 de diciembre se va a proceder a optimizar el procedimiento y la comunicación a las familias en relación con la realización de cribados en los centros educativos.
Osakidetza nos remite un nuevo procedimiento:
- La OSI de referencia comunicará al centro escolar la necesidad de realizar un cribado en un aula/curso/etapa y facilitará las instrucciones para su realización.
- El centro escolar trasladará a las familias afectadas la información remitida por la OSI con la forma de proceder (se adjunta la documentación que se remitirá en dicho mensaje). La labor del centro en este procedimiento se limitará a trasladar la citada información a las familias.
Con carácter general, la prueba a realizar será una PCR en muestras de saliva, una prueba menos invasiva que evita las molestias que genera la toma de muestra nasofaríngea.
Con la realización de cribados se persigue cortar las cadenas de transmisión y valorar cuál es la situación en el aula en cuento a los contagios de COVID-19 se refiere. Consideramos que hacerlos de esta manera agilizará de manera notable la detección de posibles casos positivos, además de reforzar la presencialidad al determinar mucho más rápido qué alumnos y alumnas están libres de infección, con la consiguiente tranquilidad para las familias.